Tuesday, October 17, 2006

IDAS Y VENIDAS

¿Qué tienen en común Rita Hayworth, Arthur Miller o Miguel Delibes? Que nacieron un día como hoy. ¿Qué tiene que ver el primer sorteo de la primitiva, con la detención de Pinochet en Londres o la inauguración en Gran Bretaña de la primera central nuclear del mundo? Ocurrieron un 17 de octubre.
Muchas veces he pensado cómo el día más nefasto para una persona pueda ser el más descaradamente feliz para otra. Como, el día en que nace una vida, otra se cansa de seguir aquí. Como, en el momento en que le ofreces el corazón a tu media naranja, exista otra mitad que vaga perdida y enfadada por haberse creído el mito.

4 comments:

Anonymous said...

Supongo que la vida está hecha de precisamente de eso. Unas veces nos toca la parte más agradable y no pensamos que en ese momento alguien está sufriendo. Sería imposible disfrutar si tuvieramos en cuenta el sufrimiento de los demás o que a nosotr@s también nos llegará lo malo. Disfrutemos mientras podamos de todo lo que se nos ofrece ya que, desafortunadamente, sabemos que más o menos pronto, la fortuna cambiará y estaremos al otro lado....

Anonymous said...

Hiya Silvi!!! Visto que no coincidimos a la hora de llamarnos, puede que esta sea la mejor solución para comunicarnos...

Por cierto, quién es ese gato? Eres infiel a Panchete???

mucho trecho said...

Noooo, sólo cuando voy a Edimburgo!!!

Pancho sólo hay uno, pero la tentación está ahí...

besotes

Anonymous said...

Buenas de nuevo.
Mi abuela -mujer sabia ella- decía que la mitad de España criticaba a la otra. Extrapolándolo, yo diría que para que alguien sea feliz otro ha de ser infeliz. Y cierto es que esa proporción no es justa ni real porque hay más infelices -en la acepción más dura y cruel del término- que felices sobre la faz de la Tierra.
Si hay algo irrealizable es eso, que todos fuésemos felices. Honestamente, me resulta del todo imposible sabiendo cómo es el hombre con respecto al hombre.
Intentemos al menos hacer feliz a aquellos que nos rodean; a ver si así, con ese pequeño comienzo...
Un saludo.
Juan