Hablo con mis amigas, mis compañeras de trabajo, escucho a las mujeres en general: ¿qué les pasa a los hombres? Ellos, los prácticos y realistas, nos dicen cosas como "no quiero perderte", cuando días atrás se lo pasaban pipa con otra mujer; "si te lo montas con otro me moriría" y tú aguantando cómo te explican que te han sido infideles...."te pienso, te recuerdo tanto" y ese recuerdo vale más que estar a tu lado, preocupándose por tu vulgar resfriado o tu dolor de ovarios, lo que realmente necesitabas; "voy a verte" (y nosotras, vale, pero no te sientas obligado: al minuto, se echan para atrás). "A tí te quiero, pero a ella no la amo; a ella no sé si la amo, pero seguro que no la quiero".
Siento sonar dura o prejuiciosa. Repito, me lo han confesado o lo he contado yo? da lo mismo, para el caso...No entiendo nada.
Que algún hombre me lo cuente plis
7 comments:
... hombres ... mujeres ... sólo hablan el mismo lenguaje cuando están callados ... si eso es posible ...
¿Cuántas veces recurrimos a excusas, argumentos inverosímiles o mentiras que pensamos que son piadosas, pero tan aceradas como las reales, para justificar y esconder nuestros miedos, nuestro extravío?
Es cierto, da igual que sea hombre o mujer, no deja de ser una manifestación de la inseguridad,. una putada para el que la padece.
El problema es cuando recuperas esa confianza, tanto ellas como nosotros, siempre acabas llegando tarde.
No consuela el que te digan que eso pasa, que te recuperas. Pasa, te recuperas. ¿Y?
Al menos sabes lo que no harías.
Es diferente desde luego, para el que sufre y para el que hace sufrir:
el que sufre sabe muy bien lo que no haría sin necesidad de comprobarlo.
En cualquier caso, estamos contenados a gustarnos y luego pasa lo que pasa!!!
Qué pena que la inseguridad lleve a las personas a hacer daño a los demás,o mejor, a la persona que se supone que más quieren... no será demasiado fácil esconderse en esa inseguridad para no cargar con responsabilidades?
Qué pena que a menudo se llegue demasiado tarde... o será también un hermoso velo tras el cual ocultarse?
Coincido con tu opinión de lleno: es más fácil avisar al otro con frases del tipo "ya sabes cómo soy", "éste es el momento en el que me encuentro" "no lo puedo evitar" y de esta forma, pasarte toda la responsabilidad de asumir los momentos bajos.
Muchas veces, creemos que es mejor escudarse en las propias flaquezas, por si acaso algo sale mal, tener la excusa perfecta. Te avisé.
Es cierto, usuario anónimo, es una pena, pero dudo mucho que la gente se contente y lo contemple como un hermoso velo cuando ya es demasiado tarde para una relación.
Sabes que ha pasado el tren, que la hora no es la indicada y que podías haber hecho más cosas de las que hiciste. Y no es un consuelo pensar lo que podrías haber hecho, por lo que tampoco es una hermosura resguardarte en que no has llegado a tiempo.
Hola.
Esta es mi primera aportación al blog y lo hago mediante coacción, que conste; ya sabéis, flexo en la cara, rictus de gestapo, un perchero con gabanes de cuero... No, me lo ha pedido gentilmente -esto lo añado yo- la dueña del gato que aparece en la página principal y bueno, cómo negarse.
En cuanto a esta eterna guerra de incomprensión entre hombres y mujeres de dimes, diretes, digos y diegos y remate de faena con un "verdes las han segado", creo honestamente, siendo hombre, que no es una cuestión de géneros sino de personas; y es más, de los principios que cada persona establece como vitales o no tan vitales para él y sobre todo para su entorno.
Cualquier hombre puede contar casos sobre mujeres y viceversa y el único común denominador en esas actuaciones es que somos lo mismo; el hecho de ser mujer u hombre no interviene para nada, tan sólo adereza la historia o experiencia y es una excusa más para atrincherarse y criticar, frivolizar o simplemente narrar una anécdota sobre el otro sexo; eso sí, rodeados de congéneres del mismo sexo para sentirnos seguros y que el "corporativismo de género" nos albergue y abrigue. ¡Coño! Así es más fácil ¿no?.
Prefiero ser directo y plantear las cosas como son, con franqueza -algo que no está reñido con la delicadeza-, educación y gusto. No sé si lo consigo pero a fé mía que lo intento.
Un saludo.
Juan
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